En 1994, la salud sexual se incluyĂł en la definiciĂłn declarada de salud reproductiva del informe de la Conferencia Internacional sobre la PoblaciĂłn y el Desarrollo (CIPD): «La salud reproductiva es un estado general de bienestar fĂsico, mental y social, y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias, en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo y sus funciones y procesos». En esta definiciĂłn estaba implĂcita la capacidad de las personas «de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos» y la capacidad y libertad para decidir procrear, y cuĂĄndo y con quĂ© frecuencia hacerlo. En el informe se definiĂł tambiĂ©n la salud sexual y se estableciĂłque su objetivo declarado es «el desarrollo de la vida y de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento y la atenciĂłn en materia de reproducciĂłn y de enfermedades de transmisiĂłn sexual»
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La salud sexual
La salud sexual es un estado de bienestar fĂsico, mental y social en relaciĂłn con la sexualidad, y no solamente la ausencia de enfermedad, disfunciĂłn o malestar. La salud sexual requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, asĂ como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacciĂłn, discriminaciĂłn y violencia. Para que todas las personas alcancen y mantengan una buena salud sexual, se deben respetar, proteger y satisfacer sus derechos sexuales.
El sexo son las caracterĂsticas biolĂłgicas que definen a los seres humanos como hombre o mujer. Estos conjuntos de caracterĂsticas biolĂłgicas tienden a diferenciar a los humanos como hombres o mujeres, pero no son mutuamente excluyentes, ya que hay individuos que poseen ambos. En el uso general de muchos idiomas, el tĂ©rmino «sexo» se utiliza a menudo en el sentido de «actividad sexual», aunque para usos tĂ©cnicos en el contexto de la sexualidad y los debates sobre salud sexual se prefiere la definiciĂłn anterior.
La sexualidad es un aspecto central del ser humano que estĂĄ presente a lo largo de su vida. Abarca el sexo, las identidades y los roles de gĂ©nero, la orientaciĂłn sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducciĂłn. Se siente y se expresa a travĂ©s de pensamientos, fantasĂas, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prĂĄcticas, roles y relaciones. Si bien la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas ellas se experimentan o expresan siempre. La sexualidad estĂĄ influida por la interacciĂłn de factores biolĂłgicos, psicolĂłgicos, sociales, econĂłmicos, polĂticos, culturales, Ă©ticos, legales, histĂłricos, religiosos y espirituales.
La satisfacciĂłn de la salud sexual estĂĄ ligada a la medida en que se respetan, protegen y cumplen los derechos humanos. Los derechos sexuales abarcan ciertos derechos humanos reconocidos en los documentos internacionales y regionales pertinentes, en otros
la ley. Estos derechos son:
- Derecho a la vida, la libertad, la autonomĂa y la seguridad de la persona;
- Derecho a la igualdad y la no discriminaciĂłn;
- Derecho a no ser sometido a torturas o a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes;
- Derecho a la privacidad;
- Derechos al grado mĂĄximo de salud (incluida la salud sexual) y al nivel mĂĄximo de seguridad social;
- Derecho al matrimonio y a formar una familia con el libre y completo consentimiento de ambos esposos, y a la igualdad dentro del matrimonio y en el momento de disoluciĂłn de este;
- Derecho a decidir el nĂșmero de hijos que se desea tener y el intervalo de tiempo entre los nacimientos;
- Derecho a la informaciĂłn y a la educaciĂłn;
- Derechos a la libertad de opiniĂłn y de expresiĂłn; y
- Derecho a la reparaciĂłn efectiva en caso de violaciĂłn de los derechos fundamentales.
Los derechos sexuales constituyen la aplicaciĂłn de los derechos humanos existentes a la sexualidad y a la salud sexual. Protegen el derecho de todas las personas a satisfacer y expresar su sexualidad y a disfrutar de la salud sexual, con el debido respeto por los derechos de los demĂĄs, dentro de un marco de protecciĂłn frente a la discriminaciĂłn.
El enfoque holĂstico a la salud sexual
Este principio refleja la amplia definiciĂłn de trabajo de salud sexual que hace hincapiĂ© en que no se trata solamente de la ausencia de enfermedad, sino tambiĂ©n del logro de un estado de bienestar fĂsico, emocional, mental y social en relaciĂłn con la sexualidad. La investigaciĂłn y los
programas de salud sexual (incluidos los servicios sanitarios) deben abarcar tanto la prevenciĂłn de las enfermedades y las disfunciones como la promociĂłn activa de una salud sexual positiva y del bienestar general.