España es uno de los países que mejor se ha recuperado de la crisis económica que llegó en el año 2007. Hasta ese momento, la economía de nuestro país dependía en buena medida de la construcción, un negocio que es muy importante pero que es al mismo tiempo finito: una vez que se han construido muchos edificios, es normal que la necesidad de espacios como estos sea menor y las empresas dedicadas a esta rama de actividad empiecen a tener menos trabajo. Es cierto que no ayudó el hecho de que la crisis fuera de carácter inmobiliario, pero lo que está claro es que no debemos caer en el error de que la economía española vuelva a depender del ladrillo.
Desde ese momento, España empezó a darse cuenta de que su actividad económica principal debía ser el turismo. Y la verdad es que este fue un acierto considerable. A diferencia de lo que ocurre con la construcción, esta es una actividad económica que puede ser infinita porque la gente que visite alguna de nuestras ciudades o pueblos, puede querer regresar al año siguiente, realizando numerosas inversiones en nuestro país en lugar de una sola. Que nuestro país tenga una diversidad de sitios muy grande ha ayudado a que muchas personas de las que han visitado España hayan querido volver a nuestro país, aunque sea a un sitio diferente al que fueron la primera vez. Así es como hemos ido tirando del carro y como hemos ido saliendo del atolladero.
Está claro que no ha sido una tarea fácil ni mucho menos. Ha requerido de varios años y de que el consumo se haya vuelto a incrementar. Cuando hay consumo, es cuando la gente empieza a llenarse el bolsillo. Y es entonces cuando nos planteamos hacer turismo. España ha sido uno de los países que más beneficiados se ha visto de esa mejora económica global y ha conseguido que el número de visitantes haya ido en aumento durante los últimos años, sin contar 2020 y 2021, en los cuales no se puede realizar un análisis similar al de otros años como consecuencia de la llegada y posterior establecimiento del coronavirus en España.
En la página web de Datos Macro, que es una especie de base de datos que depende del diario Expansión, podemos ver cuál es la cifra de turistas internacionales que visitaron nuestro país desde el año 1995 a 2022. En el primero de esos años, llegaban a nuestros pueblos y ciudades un total de 31 millones de personas. El año pasado, la cifra superó los 71 millones, así que la progresión es evidente. Y ojo, porque antes de la pandemia acumulábamos más de 80 millones de turistas internacionales en el interior de nuestras fronteras, una cifra que sin duda vamos a alcanzar en este 2023 en el que ya no tenemos ninguna restricción derivada de la pandemia (recordad que en 2022, sobre todo a principios de año, nos quedaba alguna, lo cual afectó a la llegada de turistas de otros países).
¿Cuál es la consecuencia de todo lo que os venimos comentando? La principal de todas ellas tiene que ver con el dinero que en nuestro país está recibiendo por parte de los turistas internacionales. Y de ello se hace eco una noticia publicada en la web de El Economista en agosto del año pasado. Según esa información, el turismo generó la mitad del empleo creado durante el segundo trimestre del año, algo que no puede firmar ninguna otra actividad económica que se realice en el interior de nuestro país. Está claro que esto viene a demostrar la enorme reverencia que tiene el turismo dentro de la economía española y lo necesario que es cuidar de esta actividad para que nuestra economía sea una de las más potentes de toda Europa.
Pensar en el futuro es fundamental
Como en cualquier otra actividad comercial, el turismo tiene que pensar en el futuro y no debe quedarse de brazos cruzados contemplando lo bien que funciona en la actualidad. El mundo gira muy rápido y lo que hoy es blanco mañana puede ser muy negro. Precisamente por eso hay que ir pensando en el futuro, en formar gente para que ese turismo sea todavía de más calidad que el que podemos ofrecer hoy. Si no es así, el turismo de otros países nos puede adelantar por la derecha sin que nos demos cuenta de ello. Y sería una verdadera pena que así fuera, ¿no os parece?
El turismo español todavía tiene algunos objetivos que cumplir. En lo que respecta a la llegada de turistas internacionales, todavía no hemos alcanzado la primera posición mundial. Hace poco conseguimos colocarnos como la segunda potencia de ese ranking, superando a una bestia como lo es Estados Unidos, que tiene mucho mérito por nuestra parte. Sin embargo, todavía nos queda el reto de ponernos por delante de Francia, lo cual no va a resultar en absoluto sencillo. Para conseguirlo, debemos seguir pensando en ese futuro en el que las palabras crecimiento y desarrollo deben permanecer grabadas a juegos y todos y cada uno de los profesionales del sector.
Los franceses están pensando por supuesto en mantener su primera posición, pero creemos que España tiene argumentos de sobra para colocarse como la primera potencia mundial en turismo internacional. Pensadlo detenidamente: disponemos de una oferta inigualable en cuanto a turismo de sol y playa, tenemos un turismo rural que desde la pandemia está al alza y también disponemos de ir un turismo para los amantes del invierno porque somos el segundo país más montañoso de Europa por detrás de Suiza. La verdad es que pocas más cosas se pueden pedir. A veces no nos damos cuenta de la suerte que tenemos de vivir en un país como este.
Para colocarnos en la primera posición en lo que respecta a la visita de turistas internacionales, España necesita ir formando a los profesionales del futuro. Y en ello es necesario invertir recursos, dinero y tiempo. De acuerdo a lo que nos han indicado desde la tienda Formahostel, esa inversión se está produciendo incluso de una manera superior a la que apuntaban las previsiones hace algunos años. Y es que la gente que se desempeña en este sector es plenamente consciente de la enorme cantidad de posibilidades que existen dentro de una actividad comercial como de la que estamos hablando y de la que depende en buena medida la salud de la economía de nuestro país.
Actividad clave en el presente y en el futuro
El turismo es una de esas actividades sin las cuales ya no se entendería un país como el nuestro… y sin las que se concibe un futuro en España. Nuestro clima resulta atractivo para una gran cantidad de gente y eso, además, se ve acentuado por una gastronomía de primera y por algunos otros tipos de turismo como a los que hacíamos referencia antes. Por tanto, tenemos un margen de crecimiento que todavía es considerable y que tenemos que explotar. Ya hemos dicho que esta no es una actividad finita ni mucho menos y esta puede ser la clave para que España siga viviendo en buena medida del turismo, si bien es cierto que no podemos descuidar otras actividades ni mucho menos.
Creemos que el turismo, además, puede tener una influencia cada vez más grande en lo que tiene que ver con otras actividades comerciales. Uno de los mejores ejemplos es la hostelería, que también es otra de las grandes ramas de actividad en España y que se ve favorecida por la enorme cantidad de gente que está deseosa de conocer nuestro país y los alimentos que son tan famosos en él. Mercados como el de la alimentación también se ven especialmente favorecidos por un turismo que depara una buena nómina de buenas noticias cada año en muchas de las ciudades y municipios que pueblan nuestra geografía.
Para que las cosas sigan como están o incluso mejoren, es necesario pensar en lo que está por venir y en la necesidad de que haya gente que se vaya especializando en un campo como este. Ocurre en este caso lo mismo que cuando los clubes de fútbol trabajan en sus canteras: piensan en el relevo generacional que es necesario para seguir siendo competitivos en el futuro. Aquí se trata de lo mismo, de ir generando profesionales que nos permitan seguir estando entre los mejores clasificados de cara a los años que están por venir. Y creemos que, en ese sentido, las cosas se están haciendo bien aquí.
En menos tiempo del que pensamos, vamos a ser los mejores en lo que respecta al turismo internacional. Analizando algunos de los datos de los que os hemos hablado a lo largo de este artículo y observando la tendencia que se experimenta a día de hoy en el mercado, tenemos la sensación de que España es concebida como una verdadera líder en materia turística… y no va a tardar en materializarse ese aspecto en el número de turistas internacionales que recibimos, que antes o después va a superar al de Francia.
