Mantener una buena higiene bucodental es un hábito fundamental para la prevención de enfermedades relacionadas con la boca. En circunstancias normales, es decir, en ausencia de problemas la importancia de llevar a cabo unas pautas para mantener limpia nuestra boca, es absoluta. Cuando, nos vemos obligados a llevar una ortodoncia, hay redoblar esfuerzos y mantener una higiene más exhaustiva. ¿Por qué? Sencillamente, porque los aparatos destinados a la corrección de la dentadura, facilitan la acumulación de esos restos que pueden desembocar en caries u otro tipo de problemas.
Desde Ortodoncia Gran Vía 51, nos han asesorado sobre la mejor manera de mantener esa correcta higiene, tanto de la boca, como del aparato de ortodoncia en cuestión.
Con independencia del tipo de aparato que lleves, sea fijo o removible, la limpieza ha de llevarse a cabo, como siempre, después de cada ingesta de alimentos. Cada aparato puede requerir de un método debido a las particularidades que pueda presentar. No es lo mismo una ortodoncia fija que una removible, en este caso, podrás lavar tus dientes de forma habitual pero también, deberás limpiar la ortodoncia antes de volver a colocarla.
Vamos a detallar como se debe llevar a cabo la higiene bucal en estos casos, aunque lo mejor es siempre contar con los consejos de un profesional de la odontología, estos consejos son aplicables de forma genérica.
Limpieza con brackets
Los brackets, parte de la ortodoncia fija, van sujetos al diente, eso permite la acumulación de restos y, sin una correcta higiene, puede derivar en patologías como gingivitis o caries. Independientemente del tipo de bracket utilizado, sea metálico o de zafiro, hay que realizar un cepillado de dientes profundo y exhaustivo.
Lo más aconsejable es realizar ese cepillado inmediatamente después de haber comido. No dejando pasar un tiempo mayor a los quince minutos para evitar la acumulación de los restos de comida que pueden quedar entre los brackets. No hay que olvidar la importancia de limpiar también la lengua y el paladar.
Los profesionales aconsejan el uso de un cepillo eléctrico para que la limpieza sea más profunda, a la vez que, por contar con un cabezal más pequeño, puedas acceder a cualquier zona de la boca sin problema.
Conviene elegir un cepillo cuyas cerdas sean de dureza media para evitar dañar las encías. Los expertos recomiendan limpiar los dientes siempre en el mismo orden y con una dedicación por pieza de unos cinco segundos.
Prestar atención especial a los recovecos de los propios dientes e insistir en los espacios interdentales, estas zonas concretas son proclives a la acumulación de restos y proliferación de bacterias.
Una vez se ha terminado con el cepillado, no olvidar limpiar el propio cepillo de forma adecuada para eliminar los posibles gérmenes que haya en él.
Limpieza con brackets linguales
Este aparato de ortodoncia, difiere del anterior en que su colocación va por la cara interna de los dientes. Si bien no son visibles desde fuera, no hay que olvidar que su presencia, reivindica una mayor profundidad en la limpieza.
A la hora del cepillado, hay que poner especial atención a la cara interna de los dientes, donde están ubicados. La mayoría de estos brackets, están hechos a medida por lo que la acumulación de restos puede ser inferior que en otros casos. Aun así, no hay que descuidar la higiene y lo más importante es asegurarse de que los brackets queden libres de todo resto de comida.
La cara posterior de los dientes debe ser cepillada como venimos haciendo habitualmente y dedicando el tiempo necesario a cada zona.
En ambos casos, lo mas importante es mantener limpia la zona donde están los brackets. Eliminar cualquier resto en los mismos, es fundamental.
Limpieza con alineadores trasparentes
Sin lugar a dudas, este modelo de ortodoncia para corregir la posición de los dientes, es el más estético y sencillo de mantener. La limpieza de los dientes cuando se utiliza este tipo de ortodoncia invisible, es la misma que cuando no utilizas aparato corrector.
En este caso, como ya sabemos, se permite quitar la férula para comer. Durante un tiempo al día, el que tenemos destinado a las comidas, la férula se puede quitar. De hecho no se puede ingerir alimentos mientras este colocada.
Por lo tanto, para mantener una buena higiene dental, basta con limpiar los dientes de la manera habitual antes de volver a colocarla. No obstante, también hay que mantener limpia la ortodoncia, por lo que antes de colocarla nuevamente, deberás proceder a limpiarla siguiendo las recomendaciones necesarias.
Otras recomendaciones para la higiene bucal con ortodoncia
A parte de los consejos específicos para la higiene bucal en caso de llevar algún tipo de ortodoncia, existen otra serie de recomendaciones.
Una de ellas, es la utilización de pastas de dientes con flúor que fortalecen los dientes y ayudan en la prevención de caries. El uso de colutorios específicos para ortodoncias es bastante aconsejable pues arrastrará esos restos que hayan podido quedar tras el cepillado.
Utilizar cepillos dentales interproximales es una buena opción para llegar a todos los brackets. Su pequeño tamaño permite llegar a todos esos recovecos. Han de utilizarse sin pasta de dientes y justo después del cepillado normal.
No ha que descartar el uso de seda dental. Este paso, ayudará a eliminar los restos que se queden entre las piezas y basta con realizarlo una vez al día para eliminar todos los restos acumulados.
Si además de llevar una correcta higiene dental, prestamos atención a los alimentos que ingerimos, mejor. Cuando se llevan aparatos de brackets, las recomendaciones hacen hincapié en erradicar la toma de cierto tipo de alimentos que pueden dañar el aparato además de causas caries. Conviene reducir o eliminar la ingesta de alimentos pegajosos como chicles o caramelos, aquellos que sean particularmente duros y limitar la ingesta de dulces y bebidas azucaradas.
En el caso de llevar un aparato removible, no es necesario seguir estas recomendaciones, puesto que a la hora de comer, el aparato no estará puesto.
Como última recomendación, se aconseja realizar una limpieza bucal profesional cada seis meses. Si en circunstancias normales, la limpieza se realiza con una frecuencia anual, en el caso de llevar algún tipo de ortodoncia, conviene extremar estas medidas y acudir con mayor frecuencia a que nos realicen una limpieza profunda.
