Los orígenes del pilates se remontan a la Primera Guerra Mundial. El alemán Joseph Pilates empezó a aplicar en enfermos todos los conocimientos que había adquirido en gimnasia, fisioterapia y traumatología.
Para que el enfermo pudiera ir trabajando en la rehabilitación creó una cama con un sistema de poleas y cuerdas.
La revista Cuerpomente informa que
«durante su vida, Pilates desarrolló más de 500 ejercicios para practicar en colchoneta y en una serie de 14 aparatos para ejercitar el cuerpo de manera uniforme, inspirándose en conceptos de técnicas orientales: relajación mental, respiración, flexibilidad, unión cuerpo-mente… con disciplinas occidentales basadas en potenciar al máximo la resistencia y la fuerza corporal».
Esta modalidad apareció en España a comienzos de los 90 gracias al doctor Juan Bosco Calvo.
“El pilates lo recomiendo para personas de todas las edades y cuanto antes empecemos mejor. Cuanto más jóvenes somos, más plasticidad tiene nuestro cerebro y nuestro cuerpo. El pilates fortalece el sistema muscular e inmunológico, controla el estrés, favorecer el ritmo metabólico y disminuye inflamaciones, ayuda en procesos de rehabilitación, pre-parto, post-parto. Es una disciplina cuerpo-mente. Significa que has de estar plenamente concentrado en la clase. Desconectas de tus preocupaciones, pero te conectas contigo mismo, responsabilizándote de tu salud y tu bienestar en todo momento», informa Tatiane Canario, experta en esta disciplina.
Muchas personas optan por el pilates porque fortalece toda la musculatura del cuerpo, mejora la flexibilidad y aumenta la fuerza. El pilates de máquinas es apto para todo tipo de cuerpos y niveles de entrenamiento. Las máquinas son muy versátiles y permiten aumentar o disminuir la carga.
Sin embargo, el pilates de suelo se trabaja con la carga del cuerpo y contra la fuerza de la gravedad. Aunque en algunas clases de suelo se suelen usar elementos como el «fit ball» (pelota grande), el «soft ball» (pelota pequeña), bandas elásticas, rulos o magic circle.
La pelota grande permite realizar un entrenamiento del equilibrio dinámico, por lo que mejora la fuerza y flexibilidad corporal. Es importante que sea antideslizante.
Con la pelota de pilates pequeña tonificas abdomen, brazos, glúteos y piernas. El foam roller o rodillo es otro accesorio que se usa en pilates para mantener una adecuada alineación del cuerpo y mejorar el equilibrio.
Además, proporciona un agradable masaje de la musculatura más profunda de la espalda. También es importante tener una buena esterilla o colchoneta para estar más cómodo y para no hacerte daño en la espalda.
Con la banda elástica puedes reforzar los músculos y mejorar la elasticidad. En el mercado encontrarás diferentes resistencias y estas bandas suelen estar fabricadas en goma o látex.
El aro para pilates aumenta la intensidad de los ejercicios y permite tonificar los músculos, en especial de la musculatura aductora y abductora de las piernas.
Desde IVEM Pilates informan que las máquinas de pilates permiten trabajar distintos grupos musculares y diferentes movimientos de columna.
El «reformer» es una cama con un «carro» con muelles, raíles, cintas y poleas, que permite colocar distintos niveles de cargas. En esta cama se realizan tanto ejercicios para pies, brazos, piernas, caderas, etc.
Aunque también se pueden hacer ejercicios de integración, que implican el trabajo con todo el cuerpo. Otra máquina que puedes encontrar en las calles es el cadillac.
Se trata de una cama elevada que incluye en su parte superior una estructura de acero con distintas barras y resortes de diferentes resistencias.
En esta máquina puedes ejercitar todos los músculos del cuerpo en una estructura estable sin movimiento. La silla de pilates o «wunda chair» cuenta con pedales sujetos a muelles y diferentes resistencias.
El barril en pilates es una estructura acolchada de forma semicilíndrica que va unida a una escalera con peldaños. Esta máquina se utiliza para hacer ejercicios de extensión de espalda, con el objetivo de mejorar el tono y la flexibilidad de los músculos.
Al principio las máquinas te permiten trabajar con un peso menor al de tu cuerpo, pero cuando ya tengas dominados los ejercicios en máquinas puedes conocer los ejercicios que se realizan en el suelo.
Si tienes alguna limitación de movilidad o patología opta por el pilates de máquinas, porque facilita la ejecución del movimiento y puedes trabajar todo el cuerpo sin apenas impacto.
Este tipo de pilates se recomienda a personas de más elevada edad que podrían tener problemas vertebrales. Para notar los beneficios de esta disciplina debes realizar dos sesiones a la semana.
Joseph Pilates decía: «En 10 sesiones sentirás la diferencia, en 20 sesiones verás la diferencia y en 30 sesiones te habrá cambiado el cuerpo».
Cualquier persona puede practicar pilates, es beneficioso para personas con lesiones de espalda, porque reduce el dolor y mejora la postura. Sin embargo, también es idóneo para personas que quieren mejorar la flexibilidad y reducir el estrés.
«Se está desmitificando la idea de que es una actividad física para mayores, o solo para mujeres o ‘que son solo estiramientos’. Es un trabajo consciente de fuerza, que ha de estar adaptado a cada persona dentro de su umbral de tolerancia. Se utilizan cargas y se trabaja lento y controlado. Lo que aumenta el reto y disminuye el riesgo de lesión. Por esto cada vez más atletas, jóvenes, ejecutivos y personas de todas las edades se benefician de ese método”, dice la experta.