Tranquilidad que no hacemos referencia a un nuevo queso manchego con tintes de moho verde, estilo gorgonzola. Para quesos verdes mohosos y picantes, ya tenemos al citado, entre otros. En este caso, vamos a hablar de el queso manchego ecológico, porque si a un buen queso le añadimos este sello, la calidad está todavía más que asegurada.
Un buen queso manchego es el resultado del buen hacer de los maestros queseros que cuidan en extremo la materia prima. Esto algo que nos recuerda Andiano, fábrica de quesos manchegos con D.O. cuya materia prima, procede de su propia finca. Si la D.O. garantiza una serie de propiedades en el producto final, el sello ecológico las potencia.
Teniendo en cuenta que los productos ecológicos se definen por ser aquellos que no poseen químicos nocivos y añadidos en su composición y se caracterizan por ser fabricados de forma tradicional y sostenible, es fácil encontrar quesos que posean amabas distinciones.
En lo que a quesos manchegos respecta, uno de los quesos españoles con mayor reputación, existen muchos que cuentan con ambos sellos, lo que hace que el producto sea todavía, más irresistible para el consumidor. Si a una excelente materia prima, se añade una producción artesana, tradicional y hecha con mimo, lejos de las grandes producciones en fábricas mecanizadas, no podemos pedir más.
Para que un queso manchego posea la denominación de origen que lo define, es fundamental que se elabore a partir de leche de oveja manchega. No puede ser de otra manera, sin esta leche, el queso puede ser manchego, pero no contar con el sello D. O. Tampoco vamos a hacer ascos a un queso manchego más sencillo, porque todos están para comérselos, pero en este caso vamos a hablar del original.
Como se hace para que el queso, sea ecológico
Para que un queso sea ecológico, en primer lugar hay que cuidar al ganado que produce la leche con el que se va a hacer. El ganado debe ser autóctono, alimentado de forma natural, en pastos en los que no se utilicen pesticidas ni productos químicos.
Todo empieza en la explotación ganadera que, debe ser, por ende, ecológica y cumplir con una exigente normativa europea para obtener tal calificativo. A partir de ahí, se obtiene la base de lo que va a ser un producto con características ecológicas, a las que se le añaden otras propiedades como el tratarse de un alimento tradicional y saludable, con algunas diferencias notables en lo que respecta a la producción industrial del queso. Un sabor mas intenso y una textura más adecuada para el producto final, aunados a una serie de matices gustativos más diversos y notables.
Degustar un queso manchego ecológico, ofrece una serie de ventajas frente al queso tradicional, aunque paradójicamente, el queso tradicional, siempre fue el ecológico hasta que llego la gran industria. Los beneficios para la salud son mayores todavía y los matices que ofrece van desde el sabor que podemos encontrar en ellos, hasta los beneficios para nuestra salud.
Desde el primer bocado, el sabor que ofrece un queso manchego ecológico, es mejor. Su preparación sin aditivos proporciona un intenso sabor a la leche de oveja natural, más intensa que la de vaca, junto con algún toque a cereales, flores o frutos secos. El alimento de la propia oveja se deja notar en el resultado final
Para el medioambiente, es un buen aliado. Lo habitual en la industria quesera, es que las fabricas reciban la leche de diferentes lugares, lo que contribuye a un incremento de la contaminación que incide directamente en el cambio climático. Por lo tanto, el queso manchego ecológico, es mejor para el medio ambiente, puesto que se elabora lo más cerca posible de la explotación ganadera que proporciona la materia prima.
El cuidado del ganado de la explotación, evita las instalaciones en las que las ovejas, no pueden moverse con total libertad. Siendo la nutrición y alimentación de las mismas, examinada de forma exhaustiva, apostando por la ausencia de piensos de procedencia industrial y carentes de productos químicos añadidos a su composición. Sin olvidar menciona que permitir al ganado salir a pastar, favorece la biodiversidad.
De esta manera, se trata de racionalizar el uso de los recursos naturales, no malgastar energía durante el proceso de fabricación y volver a los orígenes, donde la tradición, ayuda a obtener un resultado más fiable, delicioso y de calidad.
En cuestiones de salud, evidentemente, la leche con la que se elabora el queso manchego ecológico, es tan ecológica como el queso en cuestión. Carece de tratamientos agresivos y durante ellos, se mantiene el respeto por las grasas naturales de la misma, haciendo del queso manchego ecológico y artesano, un producto más saludable. Se trata de un producto final natural, sin productos químicos añadidos, como estabilizadores, conservantes o potenciadores del sabor. Siendo este, su seña de identidad.
Para los productores de queso ecológico, la prioridad es la calidad del producto y que este, sea saludable. De ahí que prefieran acortar la fecha de consumo preferente, evitando añadidos. Tratándose como se trata de un alimento vivo, como es el queso, que no deja de evolucionar durante su conservación, no es adecuado cortar la curación del mismo, bruscamente o, acelerarla de forma artificial, puesto que esto termina por alterar sus propiedades.
Si algo diferencia un queso artesano de uno industrial es el sabor. Los quesos industriales, cuentan con una característica única: saben todos prácticamente igual. El mismo tipo de queso, diferente pieza, mismo sabor, misma textura, mismo punto de sal… Algo que debería resultarnos a los consumidores, algo alarmante. Como bien nos dicen los maestros queseros, cada pieza de queso, tiene un periodo propio y particular de maduración, en función de la cantidad de cuajo y leche que se utilice. Una misma marca de queso ecológico, te aportará una experiencia gustativa y organoléptica diferente con cada pieza. Uno industrial, por bueno que este, será siempre igual.
A los amantes del queso manchego, no deberían dejar de tener en cuenta el queso ecológico, curado artesanalmente. Degustar este tipo de queso, permite conocer los sabores que tanto gustaban a nuestros ancestros, convirtiendo la degustación en toda una experiencia gastronómica. Elegir la variedad, acorde con los gustos de cada uno y, sobre todo, sin renunciar a las increíbles propiedades nutricionales de este excepcional producto.
Sin embargo, la defensa de este tipo de productos, y todos los ecológicos, es el cuidado y mimo con el que se elaboran. Su fabricación conlleva unos pasos en su proceso que exige de una serie de condiciones determinadas en la normativa vigente actual, referente a la producción de los productos de carácter artesano y ecológico. Los controles e inspecciones que se llevan a cabo, son tan estrictos como rigurosos, como continuas, por lo que es fundamental, ajustarse a las mismas, de tal manera que el producto final llegue a la mesa en las mejores condiciones y con la mayor calidad.
A cata y a prueba
Los expertos en queso ecológico y los propios amantes de este alimento tan aclamado, animan a todo el que sea amante del mismo a hacer la prueba que determine si existe o no una diferencia sustancial. La prueba en cuestión, no es otra que preparar una cata a ciegas, en la que se dispone un queso estándar junto a un queso manchego ecológico con denominación de origen.
Hacer que lo prueben tres o cuatro personas y comprobar el resultado, tras la prueba de ambos quesos. Lo más probable es que todos se decanten por el ecológico por su retrogusto, sus matices y su textura.
Lo mejor de todo, es que ya no es necesario acudir a un pueblo en particular o una quesería en concreto para encontrar este tipo de productos. Tanto en internet como en numerosas tiendas que disponen de productos eco, puedes encontrar un buen queso ecológico manchego con denominación de origen.
La ventaja que ofrece la compra online es la de poder adquirir el producto directamente de la fábrica, sin intermediarios y recibirlo en tu casa cómodamente. La oferta cada vez es mayor, y son cada día más, los maestros queseros que optan por convertir sus excelentes quesos manchegos con D.O. en ecológicos. Esta transición, conlleva grandes ventajas para todos: consumidores y productores, gozan de un producto de producción propia, artesana y ecológica, procedente de las mejores materias primas. Con sello propio, denominación de origen y procedencia ecológica.
A buen seguro, los que prueban este tipo de queso, no pueden volver atrás y comer un queso normal, como si nada. Matices, sabores, textura, propiedades organolépticas y beneficios para la salud, son las principales ventajas que ofrecen los productos ecológicos, donde el queso manchego, también tiene cabida.
Sin olvidar el merecido respeto que merecen todos los productores, ganaderos y artesanos que participan de estos procesos que, lejos de la automatización, requieren de grandes dosis de atención, cuidado y paciencia para respetar todos los pasos, los tiempos de curación y posterior, venta y distribución de sus productos, sin perder un ápice de calidad y siendo, siempre, amigables con el medio ambiente. Si no cuidamos de la tierra, será imposible que los productos de toda la vida, permanezcan.