A nadie se le escapa la importancia que tiene una cuestión como lo es la salud, sobre todo teniendo en cuenta el contexto sanitario en el que nos encontramos. En los últimos meses, hemos visto seriamente amenazado nuestro bienestar y, por ello, hemos empezado a valorar en mayor medida todo aquello que tiene algo que ver con nuestra salud. Y eso es realmente positivo, porque nos ha hecho mirar más allá de los efectos negativos del coronavirus, dando como resultado una apuesta por concienciarnos más y mejor acerca de qué productos consumimos y en qué medida.
Ahora, nos interesamos mucho más por todos aquellos alimentos que ingerimos. Es cierto que uno de los motivos es que, durante el confinamiento, la inmensa mayoría de los españoles hemos visto cómo la báscula nos indicaba que habíamos ganado algo de peso y hemos optado por mejorar nuestra alimentación para tratar de combatir eso. Pero, en general, podemos decir que nos hemos dado cuenta de que, más allá del peso, el motivo por el que hemos empezado a cuidar de nuestra alimentación es nuestra salud y nuestro bienestar general. A todas aquellas personas que hayáis seguido estos pasos, recibid nuestras felicitaciones. Habéis hecho lo correcto.
Para apostar por ese cuidado, la opción preferida por la mayoría de españoles y españolas ha sido, sin lugar a dudas, los productos naturales y caseros, que al mismo tiempo son los más ecológicos. Este tipo de alimentos se ha convertido en una referencia en muchas cocinas de nuestro país y la verdad es que no es para menos. Son muchos los expertos que han defendido su consumo para mejorar nuestro estado de salud y para eludir todos esos pesticidas y demás productos peligrosos que puedan contener los alimentos que son producidos en masa.
Un artículo publicado en la página web Kids Health indicaba precisamente lo que os acabamos de transmitir, haciendo hincapié también en que los alimentos ecológicos son mucho mejores para el medio ambiente. El motivo es esa carencia de pesticidas, cuya influencia sobre el cuerpo humano puede llegar a ocasionar múltiples problemas y desventajas. Aunque es cierto que hay gente que opina que el residuo de los pesticidas en el cuerpo humano es demasiado bajo como para crear problemas de salud, lo cierto es que esos problemas terminan por aparecer si abusamos de ese tipo de productos. Así que lo mejor es no jugársela en exceso y apostar por lo casero, lo natural, lo ecológico, lo tradicional.
Uno de los productos que podríamos considerar como más ecológico y natural es el tomate casero. Buena prueba de ello es que, una vez superada la primera ola de la pandemia, fueron muchas las personas que empezaron a interesarse por el consumo de este producto por dos motivos: el de cuidar de su alimentación para reducir los excesos ocasionados por el confinamiento y para mejorar su bienestar general.
España sigue siendo una referencia dentro de la producción mundial de tomate
El nuestro es uno de los países de cabecera en lo que tiene que ver con la producción de tomate en todo el mundo. Es algo que deja claro una noticia publicada en la página web especializada Hortoinfo, en la que se asegura no solo que, en 2016, se alcanzó un récord en la producción mundial de este alimento (177.000 millones de kilos), sino que, además, hay países que siguen produciendo una cantidad de tomate muy grande (China, por ejemplo, supera en 14 veces la producción española).
Hay que tener en cuenta que no todo el tomate que se produce dispone de las mismas garantías. En ese sentido, nuestro país sí que destaca por encima de otros como el chino. Y es que en España se han implementado todo tipo de procesos destinados a hacer que el tomate que aquí se produce sea lo más ecológico y lo más casero posible. Y se está consiguiendo. Por eso, tenemos una reputación tan grande en el espectro mundial. No es para menos. Lo merecemos con todas las de la Ley.
En un mundo como en el que nos encontramos, va quedando claro que es necesario mejorar todos los procesos que tienen que ver con la alimentación de los seres humanos. Es una necesidad para las personas si el objetivo global es el de constituir un mundo que sea cada vez mejor para todos y todas. Y lo cierto es que a nadie se le escapa que, en lo que respecta al tomate, los objetivos se van viendo cumplidos. Tenemos ganas de que sea así con el resto de productos alimentarios de los que disponemos en el mundo.