Amueblar un piso desde cero o cambiar todos los muebles de la casa representa un desembolso económico importante para la familia. Te presentamos algunas opciones para ahorrarte algo de dinero. Evaluaremos los pros y los contras de cada una de ellas.
En la actualidad, la mayoría de los pisos se venden o se alquilan sin muebles. Por lo que al pago de la entrada de la casa; o de las mensualidades correspondientes al acceso de un alquiler (mes por adelantado, dos meses de fianza, y la comisión de la agencia) se le suma el dinero que necesitas para amueblar la vivienda.
La web Habitíssimo indica que amueblar un piso de 100 metros cuadrados, hoy en España, sale de media unos 10.000 €. Si buscamos un poco más de calidad puede ser que el presupuesto se dispare hasta los 18.000.
En los pisos de alquiler, normalmente no nos gastamos tanto dinero. La razón es porque el piso no es nuestro y cuando nos cambiemos de vivienda, algunos de esos muebles, sino todos, quedarán en el piso que dejamos. Aun así, buscando opciones económicas, amueblar un apartamento con un dormitorio, un salón y un recibidor no nos saldrá por menos de 3.800 €.
Hay trucos para que el impacto económico no sea tan fuerte. Uno de los más empleados es ir amueblando el piso poco a poco. A medida que vayamos ahorrando el dinero. Sin embargo, para entrar a vivir en un piso vació, necesitas un equipamiento mínimo para que la vivienda sea habitable. Has de disponer de un dormitorio mínimamente operativo, con una cama y un armario. Tenemos que equipar el comedor para poder utilizarlo: una mesa, una par de sillas, un sofá, una mesita para el televisor. Estos muebles, por poco que nos parezca, son dinero.
Sin entrar a valorar si el piso lo amueblas poco a poco, o lo haces de golpe, estas son algunas opciones para ahorrar.
Comprar los muebles en un hipermercado del mueble.
Esta es una de las opciones más extendidas. Yo que he vivido en varios pisos de alquiler, te puedo decir que los propietarios que alquilan los pisos amueblados, los equipan con esta opción.
Se trata, como no, de ir a un hipermercado, tipo Ikea. Comprar los muebles que necesitas, cargarlos en tu coche y montarlos tú mismo en casa. El ahorro en estos hipermercados radica en operar de esta manera. En el momento en el que empiezas a contratar servicios extra, como el transporte o el montaje, el dinero que te has ahorrado en un principio, lo vas perdiendo.
Comprar los muebles en estos hipermercados, en mi opinión, tiene varios inconvenientes. El primero de ellos es que se pierde la originalidad. Tanta gente ha comprado muebles en estos lugares, que cuando entras en una casa, se identifican a simple vista.
Además, como hemos señalado antes, requiere trabajo de tu parte. El hipermercado vende los muebles más baratos que otras tiendas, porque se ahorra costes en transporte y mano de obra. Acciones que vas a tener que hacer tú, que no eres un trabajador especializado, y donde puede ser que el montaje de los muebles te lleve un fin de semana completo.
Los muebles que encuentras en estos hipermercados no son de una alta calidad, por lo que combinando el precio con el tiempo invertido, puede ser que no te compense tanto.
Tiendas de muebles económicos y outlet.
Un amigo de Valencia me comentó que amuebló la habitación de su hijo en Muebles Morte. Una tienda de muebles económicos de Tavernes Blanques, en la provincia de Valencia, que se caracteriza por la venta de muebles con un diseño moderno a precios bastante atractivos. Así me lo dijo mi amigo. Yo, por mi parte, lo comprobé. He entrado a echar un vistazo a la web y he encontrado comedores completos, con un aspecto actual y a unos precios interesantes.
En el caso de esta tienda, los muebles son económicos porque está ubicada cerca de uno de los principales centros de producción de muebles de España, la pista de Silla. Su cercanía a las fábricas, hace que el precio disminuya considerablemente.
Por todo el país encontramos tiendas de este tipo, y también tiendas outlet. Donde se venden muebles de temporadas pasadas. A un precio más reducido que los muebles que son tendencia.
Tanto en las tiendas económicas de muebles, como en las tiendas outlet, muchas de ellas ofrecen el transporte y el montaje incluido en el precio. No representan un sobrecoste. Lo que las hace interesantes.
Sin embargo, por grande que sea la exposición que tengan, no vamos a encontrar tanta variedad como en un hipermercado del mueble. Por otro lado, son tiendas menos conocidas, debes investigarlas. No son como los hipermercados, donde todo el mundo sabe dónde está el Ikea más cercano. Para encontrar lo que buscas, a veces debes visitar varias de estas tiendas antes de efectuar una compra, lo que supone una inversión de tiempo.
Comprar muebles de segunda mano.
Esta es una alternativa donde puedes encontrar verdaderos chollos si sabes moverte bien. Para comprar muebles de segunda mano tienes dos opciones: acudir a almacenes especializados en estos productos, o utilizar las plataformas de internet, dedicadas a este nicho, para comprarlos directamente a un particular.
Recuerdo que mi pareja y yo, para amueblar uno de los pisos en los que vivimos alquilados, recurrimos a uno de estos almacenes. Estos establecimientos se abastecen, principalmente, de desalojos de viviendas y locales comerciales. Puedes encontrar muebles que estén bastante bien de precio, pero no esperes que estén en las mismas condiciones que un mueble recién salido de fábrica. También debes tener en cuenta, que el transporte, en el caso de que lo necesites, te lo cobran aparte.
En aplicaciones como Vinted o Wallapop puedes encontrar muebles interesantes y bastante baratos. Normalmente, tienes que ir a recogerlos a casa del vendedor, lo que te supone un desplazamiento. Por otro lado, es frecuente que las fotos no se correspondan al 100% con el estado real del producto. La urgencia del vendedor por deshacerse del mueble en cuestión, puede hacer que te topes con ofertas interesantes.
De todos modos, tanto si compras muebles de segunda mano en un almacén, como si lo haces por medio de una aplicación, es recomendable que evalúes el artículo a fondo para no llevarte sorpresas desagradables.
Restaurar muebles antiguos.
Recoger muebles usados de la familia o comprar una pieza barata en un anticuario y restaurarla nosotros en casa, es una opción que nos puede ahorrar mucho dinero. Al tiempo que personalizamos el mueble a nuestro gusto.
Puede sorprendernos la apariencia que puede alcanzar el aparador de la casa de la abuela, después de darle una buena capa de pintura.
Hay personas que son aficionadas a restaurar muebles antiguos. Muchos de estos muebles están fabricados con madera maciza. Son más resistentes y de mejor calidad que los muebles modernos.
Esta práctica está alineada con la conciencia ecológica. Con reciclar y reutilizar. Con darle una nueva vida a los productos en lugar de desecharlos y contaminar el planeta.
Ahora bien, debemos ser conscientes de que restaurar un mueble lleva mucho trabajo. Más que montar un mueble del Ikea. Debemos invertir en materiales de restauración: lijas, pinturas, barnices, etc. Y seguir las instrucciones en la aplicación de cada producto para obtener un resultado satisfactorio.
El dinero que nos ahorramos restaurando muebles, lo suplimos con trabajo. Lo bueno, es que para algunas personas este trabajo es reconfortante y des-estresante.
Atrévete a fabricar tus muebles.
El blog Hogarmanía comenta en una de sus entradas un episodio del popular programa de televisión “Bricomanía” donde enseñaban como fabricarse, uno mismo, un sofá.
Es más sencillo de lo que parece, y desde luego, más económico que comprar un sofá nuevo. Sobre todo si eres aficionado al bricolaje y tienes en casa buena parte de las herramientas que necesitas para hacerlo. Si tienes que comprar la maquinaria y las herramientas solo para esta ocasión, y después te vas a olvidar de ellas, en mi opinión, no vale la pena. O sea, que esta es una opción indicada para los manitas.
Aquí sucede lo mismo que con la restauración de muebles. El dinero que te ahorras, lo sustituyes por horas de trabajo. En concreto, para fabricar un sofá vas a tener que invertir 101 horas. Algo que no es moco de pavo.
Para fabricar cualquier mueble, lo primero que tienes que hacer es diseñar las plantillas de las piezas que forman la estructura: Patas, asiento, respaldo, etc. Lo mejor es hacerlo en una cartulina, y traspasarla a la tabla de madera o contrachapado con la que vamos a trabajar.
Una vez dibujadas las piezas, las cortamos con una sierra de calar. Las piezas las pegamos con cola de carpintero y las reforzamos con tornillos cuando sea necesario. Después habrá que forrarlas, pintarlas, barnizarlas, y otras acciones en función del mueble que queramos fabricar.
Tengo que decirte que las opciones que te he presentado son compatibles entre sí. Puedes combinar varias de ellas. Con todas ahorras dinero. El asunto es que aproveches las que más te convengan.