Una de las cosas que siempre les va a interesar a las empresas es que haya una promoción de sus productos y servicios. A fin de cuentas, estas son las herramientas por las cuales van a obtener el dinero que les va a servir para sobrevivir en un entorno con tanta competencia como en el que nos movemos ahora mismo. Obtener la confianza de clientes es algo que resulta necesario a más no poder y sobre esa base se va a construir cualquier plan de futuro que se precie. Vender es una necesidad imperiosa, y si no hay estrategia de marketing va a ser imposible que vendamos o lo hagamos de una manera suficiente.
Podríamos poner varios ejemplos de sectores que se han encontrado entre la espada y la pared por el hecho de que no disponían, en algún momento de su historia, de la cantidad de clientes suficiente como para respirar tranquilos. Uno de ellos es del que os vamos a hablar a lo largo de todos estos párrafos: el sector relativo a las clínicas dentales. España ha sido un país que no ha destacado precisamente por eso y la verdad es que las clínicas dentales han notado todas las consecuencias que tienen que ver con esto, que no han sido precisamente pocas y que incluso han terminado con la vida de algunas empresas de este tipo.
Las clínicas dentales y la comunidad odontológica se han visto obligadas a desarrollar todo tipo de técnicas de publicidad y marketing para ir generando un relato que esté orientado al cuidado de la boca. El formato preferido en la mayoría de los casos ha sido el vídeo, sobre todo para redes sociales, tal y como nos han indicado desde TV Dental, una empresa experta en vídeos dentales para clínicas dentales y que también dispone de un software, aplicación y soporte técnico a disposición de cualquier clínica dental. Gracias al desarrollo de todas esas técnicas, hay mucha más gente que ahora mismo tiene muchos más motivos para exhibir su blanca sonrisa.
Los resultados, como decimos, están siendo estupendos a más no poder. Todo el mundo ha visto contenidos relacionados con problemas y soluciones que tienen que ver con el estado de salud de su boca y se ha ido dando cuenta de que quizá esto era más importante de lo que podían haber pensado en un principio. Hemos visto anuncios en televisión, vídeos y contenido de todo tipo en redes sociales, anuncios en mobiliario urbano, folletos en los que se explican factores relativos a este asunto… y todo eso contribuye a que en nuestro cerebro se haya encendido una bombilla que alerta de lo necesario que es cuidar de nuestra salud dental.
El resultado es el que comparte una noticia como la que vamos a enlazaros a continuación, que es del portal web Odontología 33. En concreto, se apunta que más del 80% de los españoles acude al dentista al menos una vez al año. Es un porcentaje muy importante y que no se hubiera podido conseguir en caso de que no hubieran salido campañas de marketing en diferentes ámbitos. Hasta hace apenas unos años, ese porcentaje no tenía nada que ver con el que acabamos de señalar y la verdad es que existe la previsión de que siga creciendo a medida que pasen los años. Y es que esta apuesta por hacer marketing desde las clínicas dentales no va a cesar.
Además, una cosa muy positiva es que se está haciendo incidencia en la salud dental de todas las personas, no solo a un tipo de target que se crea que lo puede necesitar más. El marketing dental está llegando a los niños, también a los adultos y, como no podía ser de otra manera, a los ancianos. En el primero de esos grupos es en el que más esfuerzos se han invertido tradicionalmente porque es cuando se adquieren todos los hábitos de higiene dental que van a marcar una vida. En segunda instancia, a los adultos es importante recordarles que para conseguir un bienestar y cierta calidad de vida, dos cuestiones de las que nos preocupamos especialmente en esta parte central de nuestra existencia, es necesario mantener un cuidado regular de la boca. Finalmente, el de los ancianos ha sido el grupo más olvidado y que, por suerte, está volviendo a escena porque nadie quiere ver una degradación de su boca causada por años y años de faltas para con nuestra salud dental.
El hecho de que haya desarrollado una herramienta como Internet en los últimos años le ha venido de perlas a este sector. Es verdad que le ha venido de perlas a todo el mundo que tenga algo que promocionar, por supuesto, pero en este caso nos tenemos que alegrar por partida doble porque es lo que, en buena medida, ha permitido que aparezcan más y mejores herramientas para que la gente sea consciente de todo aquello que le hace falta para obtener una mejora sustancial en su salud dental, algo que ha empezado a verse como una prioridad y que, desde luego, ha sido el primer paso para mejorar muchas saludes dentales tanto en España como, seguramente, en el resto del mundo.
Eso por no hablar de la evolución de todas las herramientas digitales que han permitido que los tratamientos se hayan visto mejorados en una barbaridad. La precisión de esas herramientas es tremenda y eso también ha sido positivo a la hora de convencer a la gente de que se acerque a su clínica dental de confianza. Siempre ha habido un miedo latente a las herramientas con las que los dentistas hacen su trabajo, pero lo cierto es que ahora ese miedo se va esfumando y, poco a poco, va dando paso a una mayor ilusión por conseguir esa boca que siempre nos hemos imaginado y que va a reforzar nuestra imagen física hasta límites antes insospechados. Con todas las puertas que abre una sonrisa bonita a día de hoy, esto es elemental.
Una necesidad muy grande para las clínicas dentales de la actualidad
Las clínicas dentales necesitan hacer publicidad. Es algo que supone un balón de oxígeno para su modelo de negocio. Y lo es por una simple razón: la inmensa mayoría de las clínicas dentales que podemos encontrar en nuestros pueblos y ciudades son pequeñas o medianas empresas. Cualquiera que haya ido a una clínica dental en los últimos años lo sabe de sobra. Normalmente, las clínicas disponen de un equipo de entre 5 y 10 personas. Y es evidente que una empresa así no va a facturar millones de euros. No va a ser un negocio millonario ni mucho menos, aunque es verdad que sí puede ser muy rentable. Eso es para lo que se trabaja, claro.
Fijaros en lo que apunta una noticia publicada en la página web de El Dentista Moderno. El 80% de las clínicas dentales en España factura menos de 500.000 euros anuales. Esto viene a complementar lo que decíamos más arriba y que, sin ninguna duda, pone de manifiesto que la inversión en publicidad que haga cualquiera de estos negocios es elemental. Por regla general, el público objetivo es el que suele vivir a varios kilómetros a la redonda de esta empresa y la verdad es que esto facilita mucho varias de las acciones de marketing digital que vayamos a realizar. Ya sabéis que, en las campañas de marketing digital, especialmente en redes sociales, se puede segmentar muchísimo el público (y por muchas de sus características).
Estamos muy seguros de que las cosas van a continuar caminando por esta vía de cara a los años que están por venir. Y es que, como las clínicas dentales son conscientes de que el marketing digital funciona, no van a escatimar para seguir apostando por él. Ya no solo es que sea una herramienta que permita que más y más personas puedan ser conscientes del trabajo que realizan y que se conviertan de ese modo en clientes potenciales, sino que también estamos hablando de una herramienta que va a permitir un análisis mucho más certero de lo bien o mal que funcionen las campañas que tenemos entre manos. Antes, con la publicidad más tradicional, no se podía medir a ciencia cierta lo que estaba ocurriendo con nuestras campañas.
¿El principal objetivo de todo esto? Que cada vez sean más las personas que cuiden de su salud dental, que es algo que se valora más que nunca pero en lo que hay que seguir trabajando día a día. Es la constancia la que muchas veces proporciona el éxito que una empresa necesita. Y, en el caso de una clínica dental, no podía ser menos. Un dolor de muelas o en cualquier otra parte de la boca puede ser algo que nos condicione en buena medida el día a día. Nos puede hacer dormir peor, trabajar peor y disfrutar mucho menos de nuestro tiempo de ocio, ese que nos hemos ganado tener. Y eso no es del agrado de nadie, ¿no?

