Todos hemos oído hablar de este profesional. Es muy habitual encontrar consultas de ortopedia y tiendas que venden productos de esta categoría. Lo que no tenemos muy claro es de qué va esta profesión. Sabemos que recetan plantillas, proporcionan muletas o sillas de ruedas, así como artículos diseñados exclusivamente para ciertas personas, pero salvo que hayamos acudido al mismo personalmente o con alguien que lo necesita, no sabemos mucho más.
Posiblemente, esta sea la razón por la que no acudimos al ortopeda, el desconocimiento de sus funciones concretas. Alago similar a lo que ocurre con el podólogo, a quien asociamos con uno pies bonitos y poco más. Lo cierto es que ambos tienen funciones muy concretas y asociadas a la salud más que a la estética. De hecho, se trata de un profesional de la salud, un médico colegiado que se especializa en el diagnóstico, tratamiento y prevención de aquellas condiciones patológicas que se relacionan con el sistema musculoesquelético. En muchas ocasiones, trabajan conjuntamente con el traumatólogo o cuenta con ambas especialidades.
Esta curiosidad por conocer al ortopeda y sus funciones, nos ha venido tras visitar la Farmacia Ortopedia Las Ventas, donde trabajan ambos sectores. Al encontrar todo tipo de artículos de ortopedia en la farmacia, nos hemos preguntado sobre este profesional, de quien nos han hablado con todo el detalle posible. Por lo que podemos definir al ortopeda como el médico especializado en realizar el diagnóstico, tratamiento y prevención de aquellas condiciones médicas y patológicas que se relacionan, como ya hemos comentados, con el sistema musculoesquelético. Esto incluye huesos, articulaciones, músculos, tendones, ligamentos y tejidos conectivos.
Como sabemos, el sistema musculoesquelético es el principal responsable de la función y movilidad del cuerpo, razón por la cual, estos médicos especialistas, se encargan de todo tipo de condición médica que afecta a este sistema.
Un sistema con muchos problemas
Puesto que el sistema musculoesquelético está compuesto por numerosos grupos o sistemas independientes, como el sistema esquelético los tendones o tejidos conectivos, es necesario un profesional de salud, que conozca los problemas derivados de la combinación de estos sistemas. Un hueso, tendón o músculo, pueden dañarse en exclusiva, como bien sabemos o hemos experimentado en alguna ocasión. Pero el sistema musculoesquelético, cuenta con una amplia y variada carta de problemas que pueden incluir desde facturas de hueso, hasta enfermedades degenerativas. Lesiones de ligamentos y tendones, dislocación articular, deformidad congénita o adquirida, osteoartritis, infecciones óseas, tumores, trastornos del desarrollo del esqueleto y otro tipo de condiciones que se relacionan de algún modo con huesos, articulaciones y músculos.
De tal manera que un tratamiento de ortopedia puede incluir diversos enfoques, como puede ser medicación, terapia física, rehabilitación o uso de dispositivos ortopédicos como férulas, yesos o soportes. Exacto, la escayola es un asunto de ortopedia. Las inyecciones, ciertas técnicas de imagenología como las radiografías, resonancias magnéticas o escáneres, son parte de las herramientas de diagnóstico de los ortopedas. Por otro lado, también es posible recurrir a la cirugía ortopédica que puede implicar la reparación o reconstrucción de huesos, articulaciones o tejidos conectivos.
Como se puede observar, la ortopedia abarca mucho más de lo que la mayoría sospechamos. Del mismo modo que podemos encontrar ortopedas especializados en áreas concretas y específicas dentro del campo, como puede ser la ortopedia pediátrica enfocada en tratamiento de las mismas condiciones pero en niños. La ortopedia deportiva, se centra en las lesiones que el deporte ocasiona y la optimización del rendimiento deportivo. La cirugía vertebral, la de reemplazo articular (artroplastia de cadera o rodilla), o la traumatología (centrada en el tratamiento de las lesiones traumáticas del sistema musculoesquelético) son otras de sus especialidades, por citar algunas de ellas. Por fin descubrimos que el traumatólogo, en realidad es un ortopeda especializado.
En realidad, podemos decir que el ortopeda es un médico especialista y especializado en el diagnóstico y tratamiento de todo tipo de condiciones musculoesqueléticas. Está plenamente capacitado para ofrecer todo tipo de enfoques y tratamientos para ayudar a los pacientes a mejorar en sus funciones y la movilidad del sistema musculoesquelético.
Lo más habitual es que los ortopedas trabajen en equipo con otros médicos, fisioterapeutas y entrenadores deportivos. Puesto que tratan una amplia variedad de afecciones y problemas asociados al sistema musculoesquelético y todo lo que el mismo conlleva, es normal que sea necesario trabajar en colaboración con otros especialistas.
Algunas de las afecciones que tratan de forma frecuente estos profesionales de la medicina, son las siguientes:
- Dolor en las articulaciones a consecuencia de la artritis.
- Fractura de huesos.
- Lesiones en los tejidos blandos, es decir, músculos, tendones y ligamentos.
- Dolor de espalda.
- Dolor de cuello.
- Dolor y problemas de hombro como la bursitis.
- Síndrome del túnel carpiano.
- Uso excesivo y lesiones deportivas como la tendinitis, desgarros de menisco o del ligamento cruzado anterior.
- Afecciones congénitas como pie zambo o escoliosis.
Todas estas patologías nos suenan a la mayoría, sea porque las hemos padecido o porque conocemos a alguien que las sufre. En muchos casos, las dejamos pasar, pero lo mejor es acudir al ortopedista para que nos ayude a remediarlas o paliar sus síntomas.
Funciones a razón del área de especialización
Lógicamente, las funciones de este profesional de la medicina, varían en función de su área de especialización y el entorno en el que desarrollen sus funciones. No obstante, de forma generalizada sus funciones más comunes son las que pasamos a citar a continuación:
- Diagnóstico. Son los responsables de evaluar y diagnosticar correctamente las diversas dolencias y condiciones médicas, relacionadas con su campo de trabajo, es decir, es sistema musculoesquelético. Esto puede conllevar tener que realizar una historia clínica completa, hacer un examen y exploración física detallada, interpretar las pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, o realizar otro tipo de procedimientos y pruebas diagnósticas que ayuden a determinar la naturaleza y gravedad de la patología.
- Tratamiento no quirúrgico de las afecciones. Los ortopedistas pueden ofrecer a sus pacientes, aquellos tratamientos no quirúrgicos disponibles, para paliar una amplia variedad de problemas y condiciones que afectan al sistema musculoesquelético. Estos tratamientos pueden incluir la prescripción de analgésicos, antiinflamatorios o terapias para manejar el dolor. Así como derivar a terapia física y rehabilitación, recetar dispositivos ortopédicos como férulas, yesos, órtesis o prótesis o cualquier otro tipo de enfoque conservador, con la finalidad de ayudar a los pacientes a que mejoren sus funciones musculares y alivien sus síntomas.
- Cirugía ortopédica. Existen cirujanos ortopédicos que pueden realizar este tipo de cirugías tan delicadas y concretas, en el caso de necesidad y de que sea apropiado como tratamiento para una condición musculoesquelética. Estos procedimientos más invasivos, incluyen reparaciones o reconstrucciones de huesos fracturados, cirugía artroscópica de las articulaciones, cirugía de la columna vertebral, de reemplazo articular, como la artroplastia de cadera, rodilla u hombro, ente otros procedimientos igual de especializados.
- Seguimiento y cuidado del paciente a largo plazo. Dentro de las funciones más habituales del ortopeda, se encuentra el seguimiento y cuidado a largo plazo para aquellos pacientes que sufran condiciones que así lo requieran. Sobre todo en aquellos casos que requieren cirugía o las condiciones crónicas. Este tipo de seguimientos, implica una monitorización del progreso del paciente, ajuste de los tratamientos prescritos, seguimiento de la rehabilitación y manejo de los cuidados a largo plazo, con la finalidad de mejorar la función y la calidad de vida de los pacientes.
- Educación y prevención, como informadores. Los ortopedas pueden y deben ejercer una función informativa hacia sus pacientes. No solo en lo que a sus dolencias respecte, puesto que pueden jugar un papel relevante en la educación y prevención de las diversas condiciones y patologías que afectan al sistema musculoesquelético. Esto puede incluir el hecho de proporcionar la información y educación necesaria sobre la mejor manera de prevenir lesiones, promover los estilos de vida más saludables y proporcionar orientación sobre la importancia de la actividad física, la nutrición adecuada y otra serie de factores relacionados con la salud del sistema musculoesquelético.
- Colaboración estrecha con otros profesionales de la salud. Como ya hemos comentado anteriormente, los ortopedistas, trabajan de forma frecuente en colaboración con otros profesionales médicos. Tanto fisioterapeutas, como terapeutas ocupacionales, radiólogos o anestesiólogos, entre otros, colaboran para poder ofrecer a los pacientes, una atención integral y multidisciplinaria a todos aquellos pacientes que padecen alguna afectación o condición musculoesquelética.
En conclusión, los ortopedas cuentan con una extensa variedad de funciones, más o menos específicas. Entre todas, las más habituales son las que incluyen el diagnóstico y tratamiento de las afecciones. La cirugía, el seguimiento y los cuidados a largo plazo, son igualmente parte de sus funciones. Sin olvidar el papel de gran relevancia que juegan a la hora de educar en la prevención de las dolencias que ellos mismos tratan, puesto que se tratan, en gran medida, de problemas evitables.
Ahora nos resultará más fácil de comprender todos esos artilugios que utilizan los médicos ortopedas y que podemos encontrar en las farmacias o tiendas especializadas. Sillas de ruedas, férulas o bastones son muy habituales, pero existen numerosos dispositivos que los ortopedas prescriben para paliar numerosas afecciones. Hasta las escayolas o yesos como ellos lo denominan, forman parte de un tratamiento de ortopedia, aunque ahora, se llevan más las férulas.
