La práctica de ejercicio físico es beneficiosa tanto para el conjunto del organismo como para cada uno de sus órganos y tejidos por separado. Por esa razón, influye en la salud bucodental y ayuda a prevenir problemas tan frecuentes como la caries o las enfermedades de las encías.
También es cierto que una mala salud bucodental puede afectar al rendimiento deportivo, sobre todo en deportistas de élite, y determinados hábitos o prácticas relacionados con la actividad física pueden repercutir negativamente en nuestros dientes y encías.
¿Existe una relación entre la salud bucal y el deporte?
Se ha observado que algunas lesiones articulares y musculares son consecuencia de infecciones en la boca y también que la práctica de deporte con el incremento de la respiración bucal, el estrés asociado a la competición y la deshidratación producen una reducción de la saliva, lo que puede favorecer la aparición de caries, por ejemplo.
Así mismo, el elevado consumo de carbohidratos y bebidas isotópicas azucaradas, bicarbonatadas, zumos envasados etc. favorece la erosión del esmalte dental y la aparición de caries e hipersensibilidad dental.
Por otro lado, la tensión que normalmente acompaña al esfuerzo hace que el deportista apriete los dientes. Este hábito de apretar o rechinar los dientes es conocido como bruxismo, y acarreará problemas de desgaste dentario, generando hipersensibilidad, fisuras y fracturas dentales que provocarán dolor e incluso la pérdida de dientes, alterando la masticación y los hábitos respiratorios.
Una persona con periodontitis o piorrea tiene más riesgo de sufrir problemas cardiacos, y endocrinos favoreciendo la diabetes y la obesidad, lo que además provoca una disminución del rendimiento deportivo.
¿Influye la salud bucal en la práctica deportiva de alto nivel?
También se ha notado que muchas lesiones en los músculos y tendones que no curan con los tratamientos de fisioterapia y rehabilitación convencionales pueden tener su origen en alguna infección bucal.
En este caso, se recomienda una correcta inspección de todos los órganos que participan en el habla, la masticación y deglución de la comida y bebida para descartar su relación. También hay que prestar especial atención a los problemas físicos provocados a distancia por patologías en los terceros molares o en las muelas del juicio.
Por esto, las personas que practican deporte de manera profesional deben extremar la atención de su boca. Durante la pretemporada se debe intentar diagnosticar y tratar precozmente, si fuese necesario, cualquier tipo de patología. Con ello se evitará que los problemas aparezcan en momentos críticos del calendario competitivo, poniendo en riesgo el trabajo y la preparación realizadas durante mucho tiempo.
En relación a estos casos, Rafael Naranjo, periodoncista y miembro de la Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración (SEPA), explica que “cualquier infección o inflamación, traducida en caries o periodontitis, puede suponer una alteración inflamatoria crónica. Y ese estado puede fomentar una mayor propensión a las lesiones musculares”.
¿A qué se debe la mayor probabilidad de desarrollar caries de los deportistas?
Por un lado, el incremento de la respiración bucal durante la práctica del deporte, el estrés asociado a la competición y la deshidratación producen una reducción de la saliva, lo que puede favorecer la aparición de caries. Por otro, el elevado consumo de carbohidratos y bebidas isotónicas, gaseosas, zumos envasados y batidos, favorece la erosión del esmalte dental y la aparición de caries e hipersensibilidad dental. Dado que el consumo de estos alimentos y bebidas ayuda a la preparación o recuperación de los deportistas, debemos centrarnos en la importancia de la prevención.
¿Cómo pueden mejorar los deportistas su salud dental?
El Consejo Nacional de Dentistas te recomienda atender a varios aspectos:
- Prestar atención a la nutrición, moderar el consumo de azúcares y bebidas bicarbonatadas. Beber abundante agua especialmente durante la práctica deportiva y antes de las comidas.
- Elegir las bebidas isotónicas/energéticas con menor potencial cariogénico.
- Mantener una higiene bucal adecuada, cepillando los dientes, primero con el cepillo seco y posteriormente con dentífrico poco abrasivo con flúor y si es posible con xylitol. no te olvides de usar seda dental o cepillos interdentales entre todos los dientes. El xylitol a elevada concentración reduce la formación de placa bacteriana, disminuye la producción de ácido por las bacterias y neutraliza el pH ácido y el flúor favorece la remineralización del esmalte e inhibe su desmineralización.
- Diversos estudios científicos revelan que los dentífricos con fluoruro de estaño son los más eficaces para prevenir los efectos tanto de la acidez como del exceso de glucosa que aportan las bebidas energéticas.
- Y, por supuesto, realizar revisiones de mantenimiento y prevención de forma periódica. Es crucial visitar a nuestro odontólogo y nuestro higienista al menos una vez al año. Hay que prevenir y si aparece algún problema cuanto antes se detecte mejor, acude a tu odontólogo aunque solo sea por saber que tu boca está sana y se mantiene sana