La salud humana no es un concepto que únicamente afecte a nuestro físico. Cuando hablamos de salud, la primera situación que nos viene a la cabeza es la de un dolor de tripa, de cabeza, problemas de corazón, algún cáncer que termina provocándonos dolores insoportables… Pero está claro que la salud es algo más y que va mucho más allá. Por desgracia, millones y millones de personas, además de los problemas que hemos descrito en estas primeras líneas, tienen que hacer frente a otro tipo de enfermedad que también es bastante común y que puede llegar a ser un verdadero peligro para todos y cada uno de nosotros y nosotras. Estamos hablando de un peligro como lo es el compuesto por las enfermedades mentales.
Estamos hablando de un tipo de enfermedad que en muchas ocasiones es invisible y silenciosa. Muchas veces, ni siquiera nosotros o nosotras mismas somos capaces de saber que la tenemos. Y claro, eso implica problemas. Problemas muy serios y que no siempre se han tratado a nivel médico y social como deberían. Las enfermedades mentales siempre han estado presentes en la vida humana y va siendo hora de que las tengamos en consideración en la medida en que se merece. Solo así se pueden limitar sus efectos y liberar a las personas que los sufren de la infelicidad más absoluta. Es trascendental que, entre todos y todas, hagamos esto posible.
Hay varios tipos de enfermedades mentales que son especialmente comunes alrededor de todo el mundo. Uno de ellos es el estrés, que principalmente está creciendo por culpa de la presión que sufrimos las personas en nuestro trabajo y la necesidad que tenemos de ir corriendo a todos los lados. Por otro lado, podemos encontrar un peligro como lo es la ansiedad, que se está manifestando en muchas personas jóvenes y que limita todas y cada una de las capacidades que tienen. En última instancia, hablaremos de la depresión, una enfermedad que también está afectando a la población y que la sume en una situación de desesperación total. La falta de un empleo digno o la pérdida de un ser querido, entre otros asuntos, son las causas por las que se produce.
La salud mental es una parte clave en nuestra vida y últimamente nos está dejando más noticias negativas que positivas. Buena prueba de ello es la noticia que vamos a compartir con vosotros y vosotras a continuación y que se publicó en el diario El País en el mes de marzo del año pasado. Se aseguraba en ella que 4 de cada 10 españoles estaba convencido de que no disponía de una buena salud mental y, lo que es más grave todavía, el 15% de las personas ha pensado en el suicidio cuando se encuentra en una situación así. La verdad es que algo falla en nuestra sociedad si un 15% de sus ciudadanos y ciudadanas se encuentra en una situación como la que estamos describiendo.
En una noticia que fue publicada por el diario La Razón, se destacaban algunos de los principales problemas de salud mental a los se enfrentan los españoles. Las consultas que tienen su razón de ser por problemas de pareja son las más numerosas, seguidas por las que encuentran su motivo por problemas de ansiedad o depresión. Los problemas de autoestima también generan una buena cantidad de problemas en este sentido. La noticia ofrece también un par de datos que no queremos perder la oportunidad de compartir. Por un lado, se establece que son 1.000 millones de personas las que sufren un problema como el de la salud mental en todo el mundo. Y, por otro, se hace incidencia en la cantidad de problemas que han sido provocados por el coronavirus en materia de salud mental.
Uno de los principales problemas que nos hemos encontrado en España a la hora de combatir la mala salud mental de muchos de nuestros ciudadanos y ciudadanos es que ellos y ellas no han dado un paso hacia adelante en lo que tiene que ver con la resolución de esta problemática. Por decirlo de una manera lo más clara y simple posible: nos ha dado vergüenza acudir a la consulta de nuestro psicólogo porque hemos tendido a pensar que la gente nos llamaría locos y locas. Pues bien, eso es algo contra lo que tenemos que luchar sí o sí. La sociedad, a través de todos sus medios, lo tiene que dejar muy claro: quien acude al psicólogo no está loco, es más, está muy cuerdo porque lucha por hacer mejor su vida.
Existe la necesidad de combatir los problemas de índole mental tanto en España como en el resto del mundo. Y, aunque es cierto que son muchas las personas que padecen este tipo de problemas en el interior de nuestras fronteras, debemos manifestar que existen motivos para la esperanza. Son los que nos han transmitido desde Canvis, un centro de psicología en Barcelona, cuyos y cuyas profesionales nos dicen que está creciendo en los últimos años las personas que dan ese paso hacia delante y deciden combatir todo lo que tiene que ver con un mal estado de su salud mental. Esto, sin duda, nos va a permitir construir una ciudadanía que sea más feliz y que no tenga que estar sometida al látigo de problemas como la ansiedad, la depresión o el estrés.
Ojo con los niños y niñas
La salud mental no conoce ningún tipo de límite en lo que a la edad se refiere. Siempre solemos atribuir algún problema determinado a un público concreto, pero lo cierto es que no tenemos que caer en estereotipos de ningún tipo en este sentido. Por poner un ejemplo, podríamos pensar que el estrés, un mal que muchas veces asociamos al exceso de trabajo, solo es sufrido por las personas de mediana edad que tienen un empleo. Nada más lejos de la realidad. Los niños y niñas pequeñas también pueden llegar a sufrirlo y, de hecho, es algo bastante habitual en los tiempos que corren tanto en España como en el resto del mundo.
Además, os diremos que los niños y niñas también están sometidos a problemas como la ansiedad o la depresión. Siempre hemos tendido a pensar que son demasiado jóvenes como para que su cerebro tenga la capacidad de padecerlos, pero la realidad es que esos problemas les afectan y mucho. Por tanto, debemos poner los medios para que se puedan solucionar, medios que cada vez van siendo más numerosos. Sin embargo, en casa, los padres y madres tenemos un trabajo de lo más importante: saber identificar estos problemas tan pronto como sea posible para que no crezcan y terminen provocando grandes destrozos en las vidas de nuestros peques. No sería justo que tuvieran que pasar por una situación así. No sería justo para nadie, pero menos para ellos y ellas.
Debe existir un gran compromiso a nivel social para llevar a cabo todas las políticas necesarias para combatir los problemas de salud mental. Lo primero es ser conscientes de lo que tenemos entre manos. Sin ello, sería imposible que pudiéramos dar una solución efectiva al problema. Por suerte, cada vez estamos más mentalizados en lo que respecta a la existencia de este problema y no cabe la menor duda de que ese es un primer paso muy importante para intentar salir adelante y hacer mejor la vida de las personas que tienen problemas de índole mental. Es algo que depende de todos y todas, no solo de las personas que padecen estos problemas. Si visibilizamos la importancia de la salud mental, estaremos haciendo posible que se deje de pensar que por el hecho de acudir a un psicólogo estamos locos.
No cabe la menor duda de que vamos por el camino correcto y que debemos mantenernos ahí por mucho tiempo más. El compromiso de la sociedad y, por supuesto, de sus instituciones, tiene que ser firme y conseguir los propósitos de los que hemos venido hablando a lo largo de todos los párrafos que componen este artículo. Ojalá que tengamos la posibilidad de experimentar todavía más mejoras de cara a los próximos meses y años. Es algo que nos debemos y que tiene que hacerse posible para hacer de este mundo un sitio un poco mejor, un sitio en el que nadie sienta que sobra. No hay nada que nos pueda dar más pena que eso y que refrende de manera más absoluta el fracaso de la sociedad.
Estamos convencidos de que vamos a seguir mejorando en todo lo que respecta a este tema. Hoy en día, el problema de la salud mental ya es visible, tenemos los medios y especialistas indicados para resolverlos y a una población que cada vez sabe mejor lo que tiene que hacer cuando se encuentra en una situación como la que venimos indicando. Por tanto, existen motivos para la esperanza, como indicábamos más arriba. Ojalá que se transformen en realidades. Mucha gente necesita esas realidades.