Los cólicos del lactante genera muchas dudas e inquietudes entre los padres, sobre todo si son primerizos.
Si tienes un bebé pequeño y te has encontrado buscando respuestas a preguntas como: “¿Por qué llora tanto mi bebé?” o “¿Estará enfermo?”, este artículo es para ti. Hoy, vamos a contarte todo lo que necesitas saber sobre los cólicos del lactante, de manera clara, directa y sin rodeos.
¿Qué son los cólicos del lactante?
Empecemos por lo básico: los cólicos del lactante no son una enfermedad.
Es importante tener esto claro desde el principio. Este término se usa para describir episodios de llanto intenso y prolongado en bebés menores de 5 meses que están sanos y bien alimentados. Los cólicos suelen aparecer sin razón aparente y, aunque pueden ser muy angustiosos tanto para el bebé como para los padres, no representan riesgo alguno para la salud del pequeño.
La definición clásica médica utiliza la llamada “regla de los tres”: llanto que dura más de tres horas al día, al menos tres días a la semana, durante un período de tres semanas o más. Sin embargo, no todos los casos se ajustan a esta regla de manera estricta.
¿Cuáles son los síntomas de los cólicos del lactante?
Uno de los mayores desafíos para los padres es diferenciar entre el llanto normal de un bebé y los episodios de cólicos.
A continuación, algunos signos que pueden ayudarte a identificarlos:
- Llanto inconsolable: El bebé llora con mucha intensidad y no parece calmarse con las estrategias habituales como alimentarlo, cambiarle el pañal o acunarlo.
- Horario específico: Los cólicos suelen aparecer a la misma hora del día, sobre todo por la tarde o por la noche.
- Rigidez corporal: Durante los episodios, el bebé puede arquear la espalda, encoger las piernas hacia el abdomen o apretar los puños.
- Sin causa aparente: No hay ningún factor obvio que explique el llanto, como hambre, sueño, cálculo de temperatura incorrecto, etc.
- Gases: Es común que los bebés con cólicos expulsen gases durante o después de estos episodios.
¿Por qué ocurren los cólicos?
La causa exacta de los cólicos del lactante no se conoce. Sin embargo, hay varias teorías que intentan explicar por qué suceden:
- Sistema digestivo inmaduro: Los bebés nacen con un aparato digestivo que está todavía en desarrollo, lo que puede provocar molestias al digerir la leche.
- Sensibilidad a la alimentación: En algunos casos, los cólicos pueden estar relacionados con la intolerancia a ciertas proteínas de la leche de vaca (ya sea en fórmulas o en la dieta de la madre si está amamantando).
- Sobreestimulación: Los recién nacidos pueden sentirse abrumados por los estímulos del mundo exterior, especialmente al final del día.
- Microbiota intestinal: Algunos estudios sugieren que los cólicos podrían estar relacionados con un desequilibrio en las bacterias del intestino del bebé.
- Personalidad del bebé: Algunos pequeños son más sensibles o temperamentales, lo que podría hacerlos más propensos a tener episodios de cólicos.
Aunque no siempre es posible identificar la razón exacta, es importante recordar que los cólicos no son culpa de los padres ni del bebé.
¿Cómo proceder si tu bebé tiene cólicos?
Si sospechas que tu bebé está teniendo cólicos, hay varias cosas que puedes intentar para aliviar su malestar.
Estas estrategias no siempre funcionarán al 100%, pero pueden ayudar:
- Mantén la calma: Sabemos que esto no es fácil, en absoluto, pero te animamos a que no te dejes llevar por la frustración del momento y que te lo tomes con calma. Los bebés perciben las emociones de sus padres, y estar tranquilo puede ayudar a calmarlo.
- Movimiento: A muchos bebés les calma el movimiento rítmico. Puedes probar a acunarlo, caminar con él en brazos o usar un portabebé mientras te mueves.
- Ruido blanco: Los sonidos repetitivos y constantes, como el de un ventilador o una aplicación de ruido blanco, pueden ser reconfortantes para los bebés.
- Masajes: Realiza masajes suaves en el abdomen del bebé en sentido de las agujas del reloj puede aliviar los gases.
- Calor: Aplica una compresa tibia (no caliente) en el abdomen puede ser beneficioso.
- Cambios en la alimentación: Si estás amamantando, considera revisar tu dieta para eliminar alimentos que puedan estar causando sensibilidad (como lácteos, cafeína o alimentos muy condimentados). Si tu bebé toma fórmula, consulta con el pediatra sobre la posibilidad de cambiar a una fórmula hipoalergénica.
- Consulta con el pediatra: Siempre es importante hablar con un profesional de la salud para descartar otras causas de llanto y recibir orientación.
¿Cuándo deberías preocuparte?
Aunque los cólicos no son peligrosos, hay situaciones en las que es fundamental buscar atención médica:
- Si el llanto es diferente al habitual (más agudo o constante).
- Si el bebé tiene fiebre, vómitos, diarrea o cualquier otro signo de enfermedad.
- Si notas que el bebé no está ganando peso adecuadamente.
- Si hay cambios drásticos en su comportamiento o apetito.
Ante cualquier duda, no dudes en acudir al pediatra para quedarte tranquilo.
¿Cuándo desaparecen los cólicos?
La buena noticia es que los cólicos del lactante son totalmente temporales. La mayoría de los bebés superan esta etapa alrededor de los 3 o 4 meses, aunque en algunos casos puede extenderse hasta los 6 meses.
Saber que esto tiene un final puede ser un consuelo cuando atraviesas noches difíciles.
La importancia de conocer el temperamento del bebé
Cada bebé es único, y, por supuesto, su temperamento influye en cómo experimenta los cólicos. Algunos niños son más sensibles a los cambios en su entorno, lo que puede hacerlos más propensos a episodios de llanto intenso. Aprender a leer las señales de tu bebé puede ayudarte a anticiparte a sus necesidades y reducir la frecuencia o intensidad de los cólicos.
Observar los patrones de su llanto, horarios y respuestas a ciertos estímulos te dará pistas valiosas. Por ejemplo, si notas que los baños tibios o un tipo específico de masaje lo tranquilizan, podrías incorporarlos a su rutina diaria. Tener esta información no solo te ayudará como padre o madre, sino que también contribuirá a crear un ambiente más relajado para ambos.
¿Cómo gestionar los cólicos en situaciones fuera de casa?
Los cólicos pueden aparecer a cualquier hora… y en cualquier lugar. Pueden surgir durante una visita a familiares, en un restaurante o incluso en una consulta médica. Para estos casos, es útil estar preparado.
- Llevar contigo algunos elementos básicos, como un portabebé, una mantita para masajes o una aplicación de ruido blanco en tu teléfono, puede marcar la diferencia.
- También es importante no sentirte juzgado por los demás. El llanto de un bebé con cólicos no significa que estés haciendo algo mal. Explica que tu pequeño está atravesando esta etapa para generar comprensión entre quienes te rodean.
- Lo más importante es priorizar el bienestar de tu bebé y el tuyo propio, independientemente del lugar donde te encuentres y de las malas miradas de los demás.
¿Cómo cuidar tu bienestar como padre o madre?
En medio de los episodios de cólicos, es fácil olvidar que tú también necesitas cuidado:
- Pide ayuda: No tienes que hacerlo todo solo. Si puedes, pide apoyo a tu pareja, familiares o amigos.
- Tómate un respiro: Si sientes que la situación te está sobrepasando, deja al bebé en un lugar seguro (como su cuna) y tómate unos minutos para calmarte.
- Habla con otros padres: Comparte tus experiencias con personas que han pasado por lo mismo. Esto puede ser muy reconfortante.
- Cuida tu salud: Asegúrate de comer bien, descansar cuando puedas y buscar momentos para relajarte, aunque sean pequeños.
¿Qué aconsejan los expertos?
Los expertos en fisioterapia y odontología de la Clínica Rafael Guerra – Artros coinciden en que la paciencia y el apoyo emocional son clave durante esta etapa. Recomiendan que los padres se enfoquen en crear rutinas predecibles para el bebé, ya que esto puede ayudar a reducir la ansiedad del pequeño.
Además, sugieren:
- Llevar un registro: Anotar los horarios de los episodios de llanto y las posibles causas para identificar patrones.
- Mantener la lactancia: Si el bebé está siendo amamantado, continuar con esta práctica puede ser beneficioso, salvo indicación contraria del pediatra.
- Consultar a un especialista: En caso de dudas, un profesional de salud infantil puede ofrecer herramientas específicas y descartar cualquier afección subyacente.
- Tomarse tiempo para uno mismo: Los expertos destacan la importancia de cuidar la salud mental de los cuidadores. Un padre calmado puede enfrentar mejor los desafíos de los cólicos.
Recuerda que esta etapa es pasajera y que, aunque pueda parecer interminable, tu bebé pronto superará los cólicos con tu amor y dedicación.
¿Te ha quedado más claro?
Los cólicos del lactante son una etapa desafiante, pero temporal. No hay una solución mágica para ellos, pero comprender qué son y cómo manejarlos puede hacer una gran diferencia. Recuerda que no estás solo en esto y que, con paciencia y amor, tanto tú como tu bebé superarán esta etapa.
¿Te has sentido identificado con lo que acabas de leer? Si es así, ten en cuenta que todo pasará. Y si tienes dudas o necesitas más información, no dudes en acudir a tu pediatra o buscar apoyo en grupos de crianza.
¡Ánimo! Estás haciendo un gran trabajo.