Pocas festividades hay que generen más ilusión a personas de muy diferente consideración que el Carnaval. Se trata de uno de los momentos que, sin duda, son más esperados de todo el año. Y no es para menos. La verdad es que la diversión y la alegría son dos de las señas de identidad más importantes del Carnaval en todos los rincones del mundo y la verdad es que ese es uno de los grandes motivos por los que es una festividad venerada por los niños y por los no tan niños. No nos extraña en absoluto que así sea.
La verdad es que estamos hablando de una fiesta que causa sensación en diferentes países. Italia, España y Brasil son, quizá, los más reconocidos. Pero eso no quiere decir que en los demás países no exista una tradición en lo que tiene que ver con los disfraces. En las naciones de habla inglesa, es más tradicional disfrazarse para el 31 de octubre, día en el que se celebra Halloween. Además, esta tradición se ha extendido a todo tipo de países últimamente, así que lo más lógico es que cualquier persona se disfrace al menos una vez al año con independencia de su nacionalidad.
Una noticia publicada en la web de EFE Salud informaba de los motivos por los que nos solemos disfrazar. Según los psicólogos consultados por los autores del artículos, disfrazarse es una manera que encuentra el ser humano de escapar de la rutina y liberar tensiones. Además, siempre es bueno disfrazarse y no tiene ningún aspecto que podamos considerar negativo a este respecto. Ni que decir tiene que esto convierte a esta actividad es altamente recomendable para personas de todas las condiciones, de todos los credos y de todos los ámbitos sociales.
Lo podemos ver siempre que se acerca Carnaval o, como acaba de suceder, Halloween. Los disfraces siempre son una alternativa de lujo para pasarlo absolutamente en grande. Y es una alternativa válida tanto para personas de una edad avanzada como para jóvenes. Ese es el secreto del éxito que presentan los disfraces en la sociedad de hoy en día. Los profesionales de La Casa de los Disfraces así nos lo han confirmado. Manifiestan que tienen mucha suerte de vender productos que son susceptibles de ser vendidos entre personas de todo tipo, sin que exista un público objetivo concreto que limite sus ganancias.
Lo mejor de todo es que, al estar hablando de tradiciones que ya están más que consolidadas, la fiebre que existe en un país como el nuestro por el Carnaval o Halloween no va a decaer, por lo que las personas y las empresas dedicadas a la venta de disfraces van a seguir teniendo una potente campaña de ventas cada año. O, mejor dicho, dos. Una durante el mes de febrero y otra durante el de octubre. No cabe la menor duda de que es clave estas dos partes del año para negocios como de los que venimos hablando.
Una noticia publicada en la agencia de noticias Europa Press indicaba algunas de las claves que nos permiten desvelar desde cuándo se celebra el Carnaval en el interior de nuestras fronteras. Dice el texto que los de Bielsa, en Huesca, o los de Ciudad Rodrigo, en la provincia de Salamanca, ya se celebraban nada más y nada menos que en la Edad Media. Además, los de Águilas, en Murcia, ya se celebraban a principios del siglo XX y de los de Cádiz hay una partida presupuestaria que data de 1862. Además, de los de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife ya hay noticias del siglo XVI.
Una tradición que le viene de perlas a nuestra economía
Una de las mejores noticias que nos dejan festividades como Halloween o Carnaval tiene que ver directamente con el impulso que recibe la economía, sobre todo la relativa al sector servicios, durante los días anteriores a la festividad en cuestión. No cabe la menor duda de que Halloween o Carnaval siempre trae noticias positivas ya no solo para las tiendas dedicadas a la venta de disfraces, sino también a aquellos negocios relacionados con la hostelería, como lo pueden ser bares o restaurantes.
Hay que seguir apostando por celebrar eventos como de los que seguimos hablando. No cabe la menor duda de que van a seguir marcando tendencia, eso nadie lo duda. La felicidad que se desprende de ellas es algo que debe ser mucho más que un argumento o razón para seguir disfrutando tal y como lo venimos haciendo hasta ahora. Y, además, ahora que la pandemia parece haber terminado, ahora que todos y todas tenemos la intención de recuperar el tiempo perdido, es un momento idóneo para celebrar eventos como estos. No nos vamos a arrepentir en absoluto.