Sundance Channel

shutterstock_1793077642(FILEminimizer)

Errores de caravaners

Viajar en autocaravana, caravana o furgoneta camper, es el sueño de muchos. Recorrer el mundo a travĂ©s de la carretera, sin tener que preocuparse por encontrar hotel o buscar alojamiento, es toda una aventura. A los amantes de esta forma de viajar, se les conoce como caravaners y son esa suerte de aventureros y aventureras, natas a quien no les gusta permanecer mucho tiempo en ningĂșn lugar.

Las tendencias acaban convirtiĂ©ndose en moda y este auge de las caravanas y el campeo, esta cada siendo cada dĂ­a mĂĄs demandado. Las caravanas esta in, viajar de esta manera es el no va mĂĄs y los caravaners, son cada dĂ­a mĂĄs numerosos. Desde Caravanas Cruz, nuestros amigos y expertos en este tipo de vehĂ­culo, asĂ­ nos lo confirman. En propiedad o en alquiler, mĂĄs grande o mĂĄs pequeña, para grupos de amigos o familias
 todo el mundo tiene cabida en el universo de las caravanas. Cada usuario puede optar por el tipo de caravana o furgoneta que mĂĄs se adapte a sus gustos, preferencias o necesidades.

Si estas pensando en convertirte en un nuevo caravaner y cumplir con el sueño de recorrer kilómetros y kilómetros en una flamante caravana, sigue leyendo. Te vamos a contar cuales son los errores de novato o novata, que no debes cometer en tu primer viaje por el mundo caravanero.

Se acerca la Semana Santa, el buen tiempo parece que va a acompañar y apetece rodar por los caminos, si este es tu plan de viaje inminente, debes tener en cuenta que las caravanas, segĂșn los expertos, son un mundo propio, con sus propias reglas y condiciones. Antes de arrancar, aprende esas reglas.

Error de novato (o novata)

Aunque nos cueste creerlo, cuando se viaja en caravana, no se permite viajar dentro. Es decir, las caravanas remolcadas, no las autocaravanas, cuentan con la expresa prohibición de hospedaje de personas en su interior durante el viaje. Por lo tanto, no hay que caer en este error. Las caravanas no están preparadas para llevar a personas durante el trayecto, tan solo en el destino. Las autocaravanas si permiten movimiento en el interior de habitáculo, pero si llevas caravana, los viajeros
 al coche.

Parece ser un error muy comĂșn, llenar el depĂłsito de agua al cien por cien. TeĂłricamente parece una buena idea, suena bien eso de llevar todo el depĂłsito lleno, por lo que pueda pasar. El agua se agota rĂĄpido y no conviene quedarse sin ella. Sin embargo, surgen dos problemas de este hecho. FĂĄcilmente, ese depĂłsito, superarĂĄ los cien litros de capacidad. Tal cantidad, se va a sumar a la capacidad de carga mĂĄxima del vehĂ­culo, lo que se traducirĂĄ en un mayor consumo de combustible. El segundo de los problemas que puede surgir es que el depĂłsito pueda volcar. En este caso, puede hacerlo tanto hacia afuera, como hacia adentro. Si se filtra hacia el interior de la caravana, la reparaciĂłn puede ser costosa.

Dentro de una caravana, se producen dos tipos de aguas a desechar: las aguas grises, procedentes del fregadero o la ducha y las aguas negras, resultado de las aguas fecales tras su paso por una serie de productos quĂ­micos. Deshacerse de estas aguas, no debe hacerse en cualquier lugar que nos venga bien. Para las aguas negras, existen zonas especĂ­ficas ubicadas en ĂĄreas de descanso, campings o gasolineras; las aguas grises conviene no dejarlas como reguerillo en plena carretera. Tapar su salida con un depĂłsito fĂĄcilmente vaciable, es la mejor manera de deshacerse de ellas.

No ser dejado o dejada y limpiar la nevera cuando finalice la aventura. Al contrario de las neveras que tenemos en casa, las de la caravana se desconectan cuando finaliza el viaje. Eso quiere decir que el interior se caliente y toda la suciedad que no se haya limpiado, puede incrustarse. A la hora de volver a usarla, su limpieza serĂĄ mĂĄs difĂ­cil y costosa, asĂ­ como eliminar los olores que se hayan generado puede resultar otra aventura. Para evitar esto, limpiar su interior una vez se apague el motor y dejar la puerta abierta, es la mejor de las opciones.

Su gran tamaño y dificultad para aparcar una caravana puede hacer que aparquemos mal el vehículo y el lugar donde decidamos dejarlo no sea el apropiado. Es fåcil caer en la tentación de aparcar en el primer lugar que se vea, las dificultades que se plantean en lo que respecta al aparcamiento, incitan a coger el primer sitio disponible. Hay que tener en cuenta si le va a dar el sol o la sombra todo el tiempo que este aparcada. En cualquiera de los dos casos, quedarse dentro de la caravana puede convertirse en un infierno. Lo ideal, buscar un sitio donde solo y sombra se den la mano.

Error de novato nĂșmero seis: no comprobar la presiĂłn de los neumĂĄticos. El desgaste y los reventones es algo a lo que son mĂĄs propensos este tipo de neumĂĄticos debido al peso que soportan. Si la caravana es de alquiler, informarse de la presiĂłn adecuada y comprobarla es fundamental. Existen sistemas de monitoreo que avisan en caso de que la presiĂłn baje durante la conducciĂłn.

Otro de los errores en los que es fĂĄcil caer es la sobrecarga de la caravana. Los expertos en estas lides, aseguran que no hay que fiarse de la carga mĂĄxima que pone en la documentaciĂłn de la caravana. En esta documentaciĂłn, no suelen tenerse en cuenta el peso de los viajeros, el equipo o el contenido de los diferentes depĂłsitos. Por lo tanto, evitar cargar en el vehĂ­culo objetos innecesarios y utensilios que se pueden adquirir por el camino o incluso, en el destino. Que la caravana cuente con mucho espacio de almacenamiento no quiere decir que haya que ocuparlo todo.

La distribuciĂłn del peso es algo que a los nuevos caravaners les cuesta hacer bien. Una caravana, al igual que un barco, debe ir equilibrada. Si colocas todo el peso en un lado, el equilibrio serĂĄ un problema. Repartir la carga de forma equitativa es lo mĂĄs conveniente. Tampoco hay que ponerlo todo en el coche, en tal caso lo que harĂĄs es sobrecargar el vehĂ­culo principal.

Aunque no sea una prohibiciĂłn, no conviene llevar la caravana con las ventanas abiertas cuando estamos en la carretera. PodrĂ­amos pensar que un poco de ventilaciĂłn extra no esta de mĂĄs. Sin embargo, segĂșn los veteranos, es mejor evitar llevar las ventanillas bajadas. La razĂłn es mĂĄs que sencilla: su interior no esta diseñado para soportar corrientes de aire que superen los ochenta kilĂłmetros por hora e incluso mĂĄs. Ninguna casa que se precie lo estĂĄ, a decir verdad. Existe un riesgo de deformaciĂłn o de que se arranquen objetos, se vuelque, etc.

Es fåcil dejarse objetos frågiles o peligrosos en la mesa de la caravana o la encimera. Hay que asegurarse de que, en el interior de la caravana, cada objeto o utensilio esta guardado en el lugar que le corresponde. Un giro brusco puede hacer que un cenicero caiga al suelo y se haga añicos, con las consecuencias posteriores que de ello se puedan derivar. Un cuchillo puede salir despedido y causar destrozos en el habitåculo.

Los mås novatos y novatas pueden caer en un error muy sencillo: dejarse las mosquiteras sin bajar. Por la noche es fundamental que las mosquiteras estén bajadas, sobre todo si duermes con las ventanas abiertas que es lo mås factible. En caso contrario, es muy probable que uno se despierte lleno de molestas picaduras. En el mejor de los casos que un mosquito zumbón no te deje pegar ojo, aunque no llegue a picarte.

Un gesto tan habitual como simple, es cruzarse de brazos y apoyarse en una de las paredes de la caravana. Las que dividen las habitaciones son extremadamente frĂĄgiles y pueden romperse fĂĄcilmente con este sencillo gesto. Mejor evitar apoyarse en el interior, sobre todo si la caravana no es en propiedad, el arreglo puede salir muy caro.

Pedir ayuda para aparcar. Los caravaners veteranos, saben de la necesidad de que alguien guie las maniobras ya que el gran tamaño de la caravana puede limitar la visibilidad notablemente. Si eres novato, no dudes en pedir colaboración a tu copiloto para aparcar. No indica inexperiencia ni torpeza, es mås bien un signo de inteligencia.

Nada de lanzarse de lleno a la aventura sin haber practicado primero. A simple vista puede parecer que conducir este tipo de vehículos no requiere de más práctica que la de la conducción propia. Craso error, las dimensiones, el peso, la altura
 estas variables requieren una atención especial y la práctica es primordial. Darse un paseo en la flamante caravana antes de iniciar la aventura es de obligada necesidad. Conducir por espacios abiertos, practicar giros, aceleraciones, frenada, adelantamientos y por supuesto, aparcar, es algo que agradecerás cuando te pongas al volante con rumbo a tu destino.

Esta lista de cosas que no conviene olvidar para caer en el error, es a priori, muy sencilla y obvia. Sin embargo, los mĂĄs veteranos, todavĂ­a pierden de vista alguno de estos detalles y las consecuencias no son agradables. MĂĄs vale prevenir que curar y que la aventura, se desarrolle sin sobresaltos.

 

 

Compartir

ArtĂ­culos relacionados

COMPARTE

Seguinos

Facebook
Twitter
LinkedIn
Reddit
Tumblr